Estudiar carreras de Ginecología-Obstetricia

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La especialidad quirúrgica que se ocupa de la salud reproductiva de la mujer se conoce como Ginecología -que literalmente significa "la ciencia de la mujer"-. Aunque, en la actualidad, los Ginecólogos también se dedican a la práctica de la Obstetricia.

Esta disciplina se remonta hacia el año 1800 A.C. y su evidencia se encuentra en el Papiro de Ginecologia Kahun, que es el texto médico más antiguo que ha documentado casos de enfermedad en la salud de la mujer -como problemas de fertilidad, los métodos y los problemas de anticoncepción y la descripción del proceso de embarazo-. Cada problema específico se encuentra articulado en períodos de cuatro divisiones: La lucha preventiva, la condición de la enfermedad, el diagnóstico y los métodos de tratamiento -aunque el pronóstico no se menciona.

El útero es el órgano fundamental que da origen a las mayores causas de enfermedad femenina, ya sea en forma directa o indirecta. En sus orígenes, los tratamientos consistieron sobre todo en los procedimientos no quirúrgicos -tales como la aplicación de la medicina en la parte del cuerpo afectada, o a través de la ingestión oral.

Un médico griego llamado Sorano de Efeso, fue capaz de practicar la medicina en Alejandría y más tarde en Roma. Su tesis llamada Gynaikeia está bien documentada y todavía existe en conjunto con una nueva redacción de América Muscio, un médico becario en la misma escuela. En los Estados Unidos por otra parte, J. Marion Sims es reconocido como el fundador y padre del centro American Ginecología.

La Ginecología suele considerarse como una especialidad de consultores, debido a que las mujeres solicitan previamente los servicios del médico general como referencia para ser derivadas, posteriormente, a la interconsulta con un ginecólogo. Tal derivación sucede cuando la condición de la mujer está fuera del alcance y la práctica de la medicina general, respecto de la capacitación, los conocimientos específicos, los métodos quirúrgicos y todos los procedimientos disponibles y adecuados para la atención femenina especializada.

En general, se practica en el estudio de la medicina el procedimiento de utilizar la historia clínica del paciente y el examen físico del mismo, como las principales herramientas para llegar a un diagnóstico de éxito. Entre todos los exámenes físicos, el examen ginecológico consiste en invadir y examinar la zona genital de la mujer -sus partes íntimas conocidas como vagina y área perineal-, con la utilización de un instrumento llamado espéculo vaginal, que retira la vagina para una mejor vista y un examen del cuello del útero, situado entre la parte superior de la vagina y la porción inferior del útero. El examen bimanual hecho por un ginecólogo requiere una mano para descansar en la zona abdominal, mientras que uno o dos dedos entran en la vagina y realizan la palpación de la pelvis, el cuello uterino, el útero y los ovarios. Ambos exámenes se utilizan para obtener una evaluación completa de la pelvis y así descartar la presencia de masas sospechosas. Existe, además, el examen recto-vaginal, de más extraña frecuencia y aplicación.

Algunas de las condiciones principales que se abordan en Ginecología son el cáncer de los órganos reproductivos y las enfermedades precancerosas, que generalmente afectan la vulva, vagina, cuello uterino, ovarios, trompas de Falopio y el útero, además de otras enfermedades frecuente, como: Incontinencia urinaria, ausencia de períodos menstruales o amenorrea, dolor intolerable durante la menstruación o dismenorrea, problemas de infertilidad y el flujo menstrual pesado o menorragia, el prolapso de los órganos de la pelvis, entre muchas otras que son causa potencial para efectuar la histerectomía.

La Ginecología, pese a muchos de sus procedimientos, aún invasivos, constituye hoy en día, una de las disciplinas médicas que con mayor amplitud y conciencia contribuye a preservar la calidad de vida en la mujer.