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Formación profesional en Brasil

Brazilian Experience

Curitiba, Brasil
Brazilian Experience es una organización educativa y de turismo especializada, que ha diseñado varios programas de intercambio en Brasil. La organización se fundó por profesionales, que han ganado mucha experiencia internacional, siendo muy apasionados acerca de la cultura brasileña y del país propiamente dicho. Las opciones de intercambio ofrecidas por BE incluyen oportunidades de voluntariado, enseñanza secundaria, internados, deportes y oportunidades de enseñanza. En relación a la enseñanza, los interesados tienen la oportunidad de enseñar su idioma nativo a familias... Ver descripción completa.

Formación profesional en Brasil por ciudad:

CampinasCuritiba

Sobre Formación profesional en Brasil

Brasil es uno de los países que más ha crecido a nivel económico y social en los últimos años alrededor del mundo. La creación de múltiples empresas y la entrada de multinacionales al país, han hecho que cada vez sea más necesario el aprendizaje técnico para todos sus habitantes. Sectores como la energía y las telecomunicaciones se han visto en la necesidad de capacitar a sus empleados en diferentes centros de enseñanza no universitaria que, por su condición, hacen que sea de más fácil acceso, así como también más práctica su metodología de aprendizaje. Con la basta industrialización de sus ciudades, el gobierno se ha visto en la tarea de abrir estos centro de enseñanza en casi todas las regiones del país, bajo las estrictas regulaciones centralizadas del sistema educativo.

No obstante, esta enorme apertura ha permitido que los estudiantes se preparen en las áreas de capacitación profesional y técnica. Desde hace 10 años, el número de escuelas profesionales e institutos tecnológicos en el país se ha triplicado, y el número de estudiantes inscritos en estas escuelas ha crecido considerablemente, lo cual ha sido un gran e importante incentivo para seguir creciendo académicamente y socioeconómicamente, en la medida en que se le apuesta a la educación integral para todos.

Básicamente Brasil ofrecen dos tipos de capacitación profesional: los institutos técnicos públicos y los programas de formación técnica online que ofrecen las empresas. Ambos sistemas de enseñanza han resultado bastante prácticos para los estudiantes y profesionales que acceden a estas capacitaciones. Sin embargo,  Las instituciones educativas públicas son más populares y cuentan con más prestigio en muchos sentidos. Prueba de ello es quizás que desde el año pasado había más de 400 escuelas técnicas financiadas por el gobierno en todo Brasil. Algo sorprendente dada la rigidez de las políticas educativas. Allí se ofrece una gran cantidad de cursos domésticos, técnicos y tecnológicos como plomería, tecnologías de información y pedagogía. Todos estos programas están diseñados con especial cuidado, fijándose en las necesidades de las comunidades locales donde se imparten. Por ejemplo, las escuelas en las áreas rurales se enfocan más en la agricultura, mientras que las que están en las ciudades se enfocan más en habilidades para trabajos de alta tecnología.

Muchas empresas privadas en Brasil se han apropiado del asunto, abriendo instituciones de capacitación para sus empleados. De esta manera se aseguran de que se impartan las clases necesarias y requeridas por los empleados de acuerdo a sus capacidades y debilidades. A pesar de que no cuentan con tanto prestigio como las públicas, son muy populares entre los estudiantes que buscan adquirir destrezas prácticas y laborales.

El reto más grande para las escuelas profesionales y los institutos tecnológicos en este país es garantizar que sus programas cuenten con el personal calificado y equipo apropiado para la enseñanza. Ya que los profesores e instructores exigen un buen pago por su trabajo, es necesaria la promoción de estos institutos para que se difundan a través de diferentes medios y así conseguir mayor popularidad. De esta manera, podrán fortalecerse y mejorar su capacidad. Por otra parte, muchos de los mejores y más brillantes estudiantes evitan las escuelas técnicas por el hecho de que los créditos recibidos en estas instituciones no pueden ser transferidos a las universidades de cuatro años. El resultado final es que los estudiantes que cuentan con las aptitudes para asistir a una universidad de cuatro años casi siempre lo hacen, lo que disminuye la calidad de los institutos técnicos.