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Estudiar carreras de Traducción e Interpretación

Elije de entre la lista de países donde estudiar Traducción e Interpretación:

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Programas de estudio de traducción e interpretación

Nivel: Grado     Localidad: Villanueva de la Cañada

Estudiar Traducción e Interpretación de Lenguas constituye una opción académica de gran envergadura -tanto en materia de estudios, planes y programas, como en el nivel de desempeño profesional-. Pese a que generalmente se mantiene una relación entre Traducción e Interpretación, sincretizando ambas profesiones en una sola, académica y disciplinariamente corresponden a  carreras profesionales diferentes, aunque pertenecientes al mismo ámbito de competencia lingüística. Los Traductores se desempeñan a través de la modalidad escrita y los Intérpretes a través de la oralidad. El trabajo del Traductor se enfoca en la redación de un documento fidedigno al contenido original, fiel a la normativa gramatical y estilística de la lengua nativa de los lectores. El Intérprete, por su parte, precisa comprender la expresión de la lengua original, percibir los matices de su sentido a fin de tornar a expresarlo, fiel y naturalmente, en su propia lengua.

Existen diversas modalidades en que puede orientarse tanto la Traducción como la Interpretación: General, económica y financiera, jurídica, técnica, médica, científica, informática, literaria, etc. -entre muchas otras posibilidades, algunas misceláneas como subtítulos de películas, publicidad, patentes, programas y videojuegos, tebeos, sitios en Internet, etc.

Las habilidades vocacionales y personales que debe poseer el Traductor se resumen en las siguientes percepciones:

  • La comprensión es una condición esencial de los procesos de Traducción e Interpretación, porque es imposible la expresión en nitidez, sin esta condición.
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  • El Traductor y el Intérprete deben tener un conocimiento profundo de la lengua original, una excelente nivel de análisis y un amplio conocimiento en torno a las materias tratadas y, en general, un amplio nivel cultural, en muchos ámbitos.
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  • Debe ser un redactor de excelencia, de tal forma que sus desempeños sean traducciones fluidas y naturales.
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  • Debe trabajar con rigor y precisión, de tal forma que sus escritos reflejen con fidelidad la información contenida en el original.
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  • La Traducción especializada suele comportar búsquedas terminológicas y documentales, así como la consulta de especialistas del ámbito en cuestión. Este tipo de traducción exige espíritu crítico, capacidad para informarse y sentido de la iniciativa.
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  • Debe tener una buena capacidad de adaptación y de organización, debido a que los plazos le obligan, frecuentemente, a trabajar bajo presión.
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Las habilidalidades vocacionales y personales que debe poseer el Intérprete se resumen en las siguientes percepciones:

  • Debe tener una excelente expresión que le permita comunicarse con la misma claridad y eficacia que el orador. No tiene tiempo para dudas, debe estar al corriente de la actualidad y seguir de cerca la evolución de los ámbitos en que trabaja.
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  • En un trabajo autónomo, debe demostrar intuición, capacidad de adaptación y rapidez de reacción, para no perder el temple en las situaciones más desestabilizadoras, ante cualquier orador.
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  • Debe ser sensible a las diferencias culturales y al contexto en que se expresa el orador, para plasmar su intención con diplomacia.

Con respecto de los aspectos académicos, no existe una modalidad única que conduzca al conocimiento y ejercicio de la Traducción o la Interpretación, porque estas profesiones requieren competencias múltiples y específicas. Además de un perfecto dominio de la lengua materna y el conocimiento profundo de una o de varias lenguas extranjeras, puede ser útil una especialización técnica, jurídica, económica o científica, en función del sector en el que desee trabajar.

Las empresas o las asociaciones de Traductores o Intérpretes podrán exigir la presentación de un título universitario o realizar una aplicación de pruebas de aptitud, para comprobar el nivel de competencia. Muchas universidades imparten una formación superior -generalmente, cuatro años de estudios después del bachillerato o nivel equivalente- que, además de iniciar a las técnicas de la Traducción o la Interpretación, permite adquirir conocimientos específicos y un método de trabajo. Un título de nivel superior -licenciatura, máster- acredita esta formación. Cualquier otra formación universitaria -por ejemplo, una licenciatura en economía o en derecho- puede constituir una buena base si domina al menos dos lenguas extranjeras. Podrá completarla con una especialización en Interpretación o en Traducción.

Un período de estudios o prácticas en el extranjero es recomendable para los Traductores e indispensable para los Intérpretes. La Interpretación y la Traducción son profesiones que pueden ejercer las personas con discapacidad. Organizaciones internacionales, como la Comunidad Europea emplean a intérpretes con discapacidad visual parcial o total y traductores con discapacidad visual y auditiva.

Como muchas otras profesiones, la Traducción y la Interpretación pueden ejercerse en el sector público -función pública nacional o europea, organizaciones internacionales, etc.-, en el sector privado (empresas, agencias de traducción, etc.) y en asociaciones. Los Traductores y los Intérpretes pueden ser empleados o autónomos. Por otra parte, se puede ser Traductor e Intérprete a la vez.

Resulta increíblemente significativo conocer que aproximadamente el 26 % de los Intérpretes y Traductores, que actualmente se desempeñan en el mundo, lo hacen en forma autónoma, creando sus propias formas de proyección y ejecución laboral –iniciativa de emprendimiento que ha ido en incremento, no sólo en el ámbito en particular, sino en muchos otros que aúnan conocimientos y recursos de aplicación relacionados con el idioma, la comunicación y las necesidades de divulgación de conocimientos en todos los niveles de desarrollo humano.

Esta actitud de vanguardia, responde a un enfoque que trasciende la simple formación de especialistas en la lengua y emprende una insólita orientación interlingüística y cultural, fomentando las habilidades para hacer posible la comunicación -mediante la conversión de un idioma a otro-, la precisión de la información y la sensibilización a las culturas asociadas a sus lenguas de especialidad, dentro de cualquier ámbito y regulación –incluyendo la autónoma-. Los procesos de transformación y transición étnicas, sociales, culturales y de secularización cognitiva que han sufrido los países del mundo, durante las últimas décadas, ha repercutido en una significativa evolución de esta profesión.

El siglo XXI nos muestra la evolución de una actividad milenaria, que data desde los orígenes de la civilización china y egipcia hasta nuestros días. Interpretar y traducir son actividades esenciales, unidas a las evoluciones de las civilizaciones y a través del progreso convertidas en disciplinas imprescindibles para la fusión y globalización intercultural. Como síntesis de los cambios, en la actualidad, el Intérprete y Traductor trasciende sus funciones propias, competencias y habilidades, emergiendo como un profesional facilitador dotado de un singular compendio de facultades, hoy también reconocido como mediador multicultural.

Aunque tradicionalmente, se comprende la Traducción e Interpretación como dos variables conjuntas de una misma profesión –probablemente debido a que la mayor parte de los especialistas dominan ambas-, lo efectivo es que se trata de dos profesiones independientes, aunque complementarias. Los Intérpretes se enfocan en la palabra hablada, en tanto, los Traductores, en la palabra escrita –tareas diferentes que abordan un conjunto de habilidades y actitudes igualmente diversas.

En tanto los Intérpretes deben interpretar la codificación y decodificación de ambos idiomas, los Traductores, deben saber convertir los escritos de una lengua a otra,  habitualmente, a su idioma nativo. Las habilidades del Intérprete exigen que éste comprenda el mensaje comunicado en ambos idiomas, que sepa expresar los pensamientos e ideas con claridad, que posea destreza mental, capacidad de análisis y de memoria excepcional, junto a un interés por la investigación permanente. Las habilidades del Traductor exigen una capacidad de excelencia en torno a la redacción utilizada durante los procesos de edición y traducción del material, lo que implica la aplicación idónea de habilidades de precisión en las consideraciones de referencia cultural.

Generalmente, la motivación temprana en el estudio de las lenguas y sus funciones, las conoce el estudiante durante su enseñanza primaria –a través del conocimiento y aplicación de su lengua nativa- y, posteriormente, en la enseñanza secundaria, donde se aplica en el conocimiento de una segunda y hasta tercera lengua extranjera. Existen programas privados de educación que intentan lograr estos procesos tempranos introduciendo a los estudiantes en el conocimiento y aprendizaje de varias lenguas. De esta forma, se forman competencias y habilidades lingüísticas, que en muchos casos definen una orientación vocacional dirigida hacia el estudios de la Docencia de Idiomas, la Filología y Traducción e Interpretación de Idiomas –esta última, una de las más divulgadas a través del mundo.

Todo estudiante que desee seguir la carrera de Traducción e Interpretación de Idiomas debe comprender que para ser un buen mediador cultural debe tener un excelente nivel de competencias lingüísticas y culturales en áreas de conocimientos diversos, junto a una amplia disposición al emprendimiento y adaptación a diferentes ámbitos –condiciones y variantes habituales que acompañan este desempeño profesional. Estas habilidades, competencias y capacidades, en la mayor parte de los organismos, serán medidas, por una prueba de admisión, para evaluar un diagnóstico y en ningún caso como filtro de selectividad.

Antes de iniciar sus estudios superiores, en general, el estudiante investiga en academias de lenguas, dando inicio a una actividad de estudios privados, incursionando directamente en los aprendizajes de los idiomas que son de su interés. En otras ocasiones, de inmediato, ingresa a centros superiores universitarios, donde se ofrecen programas y planes de estudios curriculares que el estudiante debe revisar, de tal modo que no se sienta decepcionado con la malla curricular que deberá seguir- inicialmente de cuatro años, un primer ciclo que lo habilita con una licenciatura y habitualmente con una mención de especialidad. También se da una consecución de estudios en que se van estudiando especialidades, diplomados y modalidades de segundo ciclo en diversas universidades.

Aunque las legislaciones laborales referidas a esta disciplina, aún no poseen un compendio de reconocimiento universal, su difusión y repercusión en el mundo continúa ocupando una posición de privilegio, siendo su inserción laboral de naturaleza muy variada, de acuerdo a los ámbitos, empresas e industrias en que se desempeñen –áreas gubernamentales, públicas, privadas y autónomas; ámbitos educativos, hospitalarios, informativos, culturales, financieros, medios de comunicación, arte y entretención, entre muchos otros aspectos que forman parte de una infinita red social de demandas multiculturales. 

Estudiar Traducción e Interpretación de Lenguas introduce al estudiante hacia un campo bastante amplio, puesto que si se mantiene una vigencia de contactos e interacciones en diferentes ámbitos, se puede obtener un empleo satisfactorio en muchos ámbitos, tales como: Turismo, hostelería, relaciones públicas y guías turísticos, especialista en congresos, ferias, editoriales, prensa, centros educativos, programas culturales y un largo etcétera de campos profesionales.

Descripción de la carrera:

Traducción e Interpretación de Idiomas son profesiones diferentes, pero que suelen complementarse. La Interpretación se enfoca en la palabra o discurso hablado, interpretando entrada y salida de los dos idiomas, en el acto vivo y directo de la comunicación oral y directa. La Traducción se enfoca en la palabra o discurso escrito, traduciendo en general hacia el idioma nativo del traductor.

Calidades del estudiante:

Cada carrera requiere un conjunto diferente de habilidades y aptitudes y la mayoría de los estudiantes se adaptan mejor a uno u otro. La Traducción requiere precisión y claridad en el mensaje que se traduce, comprensión del contexto referencial y cultural, paciencia para lograr una precisión a través de la exhaustiva revisión. La Interpretación requiere fluidez y rapidez de decodificación y codificación de la comunicación viva, comprensión y precisión de los niveles del lenguaje y sensibilidad frente a los referentes lingüísticos culturales.

Para ambas profesiones, el estudiante debe sentir vocación por el estudio lingüístico y el aprendizaje permanente en las más variadas áreas de desenvolvimiento humano. En forma conjunta debe tener rapidez y claridad mental, facilidad en el dominio del lenguaje oral y escrito, empatía en el arte de la comunicación, comprensión de los elementos culturales que rodean al ser humano. Dentro de su calidad y hábito de vida ha de ser organizado, constante, paciente, flexible, creador y emprendedor de nuevas iniciativas.

Planes de estudio:

La malla curricular de estudios formales, generalmente, está disponible en universidades regladas y debidamente acreditadas que ofertan la carrera -tanto a nivel nacional como internacional- con mención en licenciatura durante el primer ciclo de estudios y homologación de planes y programas de estudios en otros países. Además existen programas de capacitación no universitarios en academias de estudio superior, conferencias y cursos de inmersión temática.

En general, la carrera de Interpretación prepara a los estudiantes para distintas modalidades de interpretación, tales como Interpretación simultánea, interpretación consecutiva, interpretación susurrada, interpretación de enlace, interpretación para servicios sociales. Las experiencias curriculares suelen incluir sesiones de laboratorio en condiciones reales -con cascos y micrófono-, así como técnicas de toma de apuntes y de control de la voz.

La carrera de Traducción incluye formación en terminología, lingüística y documentación, así como sensibilización respecto al uso de las nuevas tecnologías -memorias, corpus y sistemas de traducción asistidas por ordenador, para aumentar la productividad-. Algunos planes de estudios cubren las distintas especialidades tildadas de “técnicas” o “pragmáticas”, como: Traducción científica, técnica, jurídica, económica, informática, etc. Otras modalidades preparan a los estudiantes para la traducción literaria y otras, para la traducción audiovisual (subtitulación, doblaje, voice-over).

Inserciones laborales y expectativas ocupacionales:

El grado de experiencia y título de licenciatura es importante, aunque no siempre una exigencia formal en este ámbito profesional, por lo que la experiencia y la demanda oral y directa desempeñan un papel clave al momento de encontrar clientes, especialmente para los profesionales autónomos. Generalmente, las agencias y  empresas suelen solicitar una prueba de evaluación, a fin de apreciar el nivel del profesional antes de contratarle. Para ingresar en organismos internacionales, existe un proceso exhaustivo de selección, constituido por un informe de presentación y motivación, pruebas de Traducción/Interpretación, pruebas escritas y/u orales de cultura, junto a entrevistas personales.

Existe una diversidad de opciones de empleo en diversos campos: Alrededor de un 26% trabaja en forma autónoma; un 28% trabaja en organismos educativos y de formación social; un 13% trabaja en ámbitos de salud y asistencia médica, de servicio sanitario o social; un 9% trabaja en organismos gubernamentales, federales o estatales; la mayoría trabaja en servicios culturales, informativos, periodísticos, noticiosos, informáticos y en compañías telefónicas y aéreas –cubriendo prácticamente todas las áreas de desarrollo humano y con expectativas de un amplio incremento en numerosos ámbitos tecnológicos.

Aparte de las obvias profesiones de intérprete y traductor, la carrera de Traducción y/o Interpretación también abre camino a los siguientes ámbitos: terminología, revisión -de traducciones, de estilo-, localización -de videojuegos, de software, de páginas Web-, gestión de proyectos multilingües, redacción creativa -comunicación, publicidad, marketing-, entre otros campos de aplicación emergente.

Puestos de trabajo para Traducción e Interpretación:

Traductor e intérprete

Misión y Enfoque de la Traducción e Interpretación de Lenguas

Aunque en muchos países se mantenga una vinculación entre Traducción e
Interpretación, convirtiéndola, incluso, en una misma profesión, lo cierto
es que corresponden a dos disciplinas académicas y profesionales
diferentes, aunque pertenecen al mismo campo, por ser ambas de competencia
lingüística -mientras que los Traductores trabajan por escrito, los
Intérpretes lo hacen oralmente.

El trabajo del Traductor consiste en redactar un documento fiel al
contenido del texto original, respetando las normas gramaticales y
estilísticas de la lengua de sus lectores. El Intérprete, en cambio, debe
comprender lo expresado en la lengua original, captar su sentido y sus
matices, y expresarlo de la forma más fiel y natural en su propia lengua.

Orientaciones del Traductor e Intérprete:

Existen diversas modalidades en que puede orientarse tanto la Traducción
como el Interpretación: General, económica y financiera, jurídica, técnica
(médica, científica, informática, etc.), literaria, entre muchas otras
posibilidades -algunos misceláneas como: subtítulos de películas,
publicidad, patentes, programas y videojuegos, tebeos, sitios en Internet,
etc.

Perfil Vocacional y Humano:

- La comprensión es una condición esencial de los procesos de Traducción e
Interpretación, porque no es posible expresar con claridad algo que no se
ha comprendido a la perfección.

- El Traductor y el Intérprete deben tener un conocimiento profundo de la
lengua original, una gran capacidad de análisis y un buen conocimiento de
la materia tratada y, en general, un amplio nivel cultural, en muchos
ámbitos.

Habilidades del Traductor:

- Debe ser un excelente redactor para que su lenguaje no suene a
traducción y sea plasmado en forma natural.

Debe trabajar con rigor y precisión ,para que su texto recoja fielmente la
información del original.

- La traducción especializada suele comportar búsquedas terminológicas y
documentales, así como la consulta de especialistas del ámbito en
cuestión. Este tipo de traducción exige espíritu crítico, capacidad para
informarse y sentido de la iniciativa.

- Debe tener una buena capacidad de adaptación y de organización, debido a
que los plazos le obligan, frecuentemente, a trabajar bajo presión.

Habilidalidades del Intérprete:

- Debe tener una excelente expresión que le permita comunicarse con la
misma claridad y eficacia que el orador. No tiene tiempo para dudas, debe
estar al corriente de la actualidad y seguir de cerca la evolución de los
ámbitos en que trabaja.

- En un trabajo autónomo, debe demostrar intuición, capacidad de
adaptación y rapidez de reacción, para no perder el temple en las
situaciones más desestabilizadoras, ante cualquier orador.

- Debe ser sensible a las diferencias culturales y al contexto en que se
expresa el orador, para plasmar su intención con diplomacia.

Criterios Generales de la Formación Académica:

No existe una modalidad única que conduzca al conocimiento y ejercicio de
la Traducción o la Interpretación, porque estas profesiones requieren
competencias múltiples y específicas.
Además de un perfecto dominio de la lengua materna y un conocimiento
profundo de una o de varias lenguas extranjeras, puede ser útil una
especialización técnica, jurídica, económica o científica, en función del
sector en el que desee trabajar.

Las empresas o las asociaciones de Traductores o Intérpretes podrán exigir
la prersentación de un título universitario o realizar una aplicación de
pruebas de aptitud, para comprobar el nivel de competencia.

Muchas universidades imparten una formación superior -generalmente, cuatro
años de estudios después del bachillerato o nivel equivalente- que, además
de iniciar a las técnicas de la Traducción o la Interpretación, permite
adquirir conocimientos específicos y un método de trabajo. Un título de
nivel superior -licenciatura, máster- acredita esta formación.

Cualquier otra formación universitaria -por ejemplo, una licenciatura en
economía o en derecho- puede constituir una buena base si domina al menos
dos lenguas extranjeras. Podrá completarla con una especialización en
Interpretación o en Traducción.

Un período de estudios o prácticas en el extranjero es recomendable para
los Traductores e indispensable para los Intérpretes.

La interpretación y la traducción son profesiones que pueden ejercer las
personas con discapacidad. Organizaciones internacionales, como la
Comunidad Europea emplean a intérpretes con discapacidad visual parcial o
total y traductores con discapacidad visual y auditiva.