Universidades en Eritrea, carreras universitarias en Eritrea

Desafortunadamente, la educación superior en Eritrea es mínima y cada vez más escasa. De las pocas universidades y escuelas universitarias presentes en esta pequeña e inestable nación de África oriental, algunas de las más importantes están bajo el ataque permanente y directo de un gobierno que las ve como una amenaza. Mientras que otras instituciones carecen de recursos e independencia para satisfacer las necesidades de sus estudiantes. En el año 2005, las autoridades del partido único de gobierno cerraron un campus universitario ubicado en la capital, Asmara. Los estudiantes fueron expulsados, se les prohibió asistir a clases y a aquellos que iban a graduarse no se les entregaron los títulos que habían obtenido.

Los problemas de Eritrea en el área de la educación superior tienen su origen en la violencia que ha estado sacudiendo al país desde hace más de 50 años. La prolongada guerra de independencia comenzó en el año 1958 y finalizó con la liberación de la vecina Etiopía en 1991. Lamentablemente, la independencia no detuvo la violencia. Las continuas tensiones con Etiopía y la violencia política dentro de la propia Eritrea destruyeron la infraestructura, de por sí escasa, llevándose consigo miles de vidas y poniendo en peligro la estabilidad necesaria para construir instituciones duraderas.

Después de la guerra, las universidades de Eritrea proporcionaron gran parte de la experiencia y mano de obra calificada necesaria para reconstruir el país, ayudando a diseñar nuevas carreteras, edificios y servicios públicos básicos tales como electricidad y agua corriente. Durante este período, el gobierno aprovechó la colaboración de las universidades, pero rápidamente determinó que los intelectuales, profesores y organizaciones estudiantiles eran una amenaza para el autoritarismo presidencial que había en el poder. Durante la última década, ha sido extremadamente difícil para cualquier habitante de Eritrea continuar con su educación dentro del país luego de finalizada la escuela secundaria. 

Hoy en día se están haciendo esfuerzos para componer el deteriorado sistema de educación superior mediante la construcción de nuevas instituciones educativas y la disponibilidad de subvenciones para los estudiantes. Recientemente, la Unión Africana ha decidido asignar millones de dólares a fondos, una cantidad importante para dicha organización que cuenta con pocos recursos, con el fin de ayudar a que Eritrea desarrolle un sistema autosuficiente de universidades y escuelas universitarias. Aún es demasiado pronto para saber si estos esfuerzos harán la diferencia, y los expertos discrepan sobre las probabilidades de éxito. En opinión de muchos, parte del problema es que los sistemas de educación primaria y secundaria son demasiado defectuosos como para estimular la posterior educación superior, ya que menos del 50% de los niños eritreos en edad escolar están inscriptos en una escuela primaria o secundaria, y los números descienden significativamente conforme los niños crecen. Con un número muy pequeño de egresados calificados de las escuelas secundarias, es difícil generar el impulso y animarlos a asistir a la universidad.
 
En última instancia, el cambio depende de un cambio político, porque hasta que el gobierno de Eritrea no considere a las universidades como un recurso valioso en lugar de un enemigo, seguirán siendo pocas, o incluso ninguna, las oportunidades de los estudiantes de aprender las habilidades y conocimientos que necesitan para reconstruir su deteriorada nación.